A pesar de la cantidad de productos que existen en el mercado para tratar el acné, todos sabemos que es muy complicado encontrar uno que realmente funcione.
El acné es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel caracterizada por la formación de pápalas, pústulas, nódulos y cicatrices que aparecen principalmente en la cara y la parte superior del tronco. La mayoría de nosotros atribuimos el acné a los cambios hormonales o los poros obstruidos, sin embargo, depende de la zona en la que te salga, puede ser síntoma de un problema de salud subyacente.
La práctica de la medicina alternativa que estudia las marcas del rostro se conoce como cartografía de la cara, y se lleva utilizando desde hace miles de años. Según esta técnica, estudiando dónde te aparecen las erupciones de acné, puedes descubrir posibles problemas de salud que padezcas. Aunque no sea una ciencia exacta, el gastroenterólogo Roshini Raj, afirma que, si el acné crónico aparece con frecuencia en la misma zona sin motivo aparente, probablemente deberías acudir al médico para asegurarte que la raíz del problema no es una enfermedad.
Frente Los problemas digestivos y el estrés son a menudo las principales causas de los brotes de acné en la frente. Para eliminar las toxinas y mejorar la digestión, cambia las bebidas con cafeína y los alimentos procesados por agua y productos naturales. Según Raj, “dormir al menos siete horas por la noche, beber mucha agua y llevar una dieta equilibrada puede ayudarte a reducir las espinillas de la frente”. Por otro lado, también pueden estar causadas por factores tópicos que afectan a la salud de la piel como pueden ser el uso de sombreros, tener flequillo o los productos que utilices para el cabello.
Las mejillas El acné cerca de la parte superior de las mejillas está vinculado al sistema respiratorio. Asegúrate de depurar el aire de tu hogar, para ello puedes utilizar un purificador o colocar plantas que tengan una acción purificadora. Las mejillas están constantemente expuestas a todos los elementos que hay en el aire y a toda la suciedad que tienen los productos que están en contacto con la cara como pueden ser los teléfonos, las brochas de maquillaje o las fundas de almohada. Por lo tanto, es importante que limpies bien el rostro cada noche.
Zona T La zona T se refiere al área del entrecejo, la nariz y la barbilla. El acné de este área suele estar provocado por desequilibrios gastrointestinales o alergias alimentarias. Algunos expertos recomiendan reducir el consumo de lácteos, carnes rojas y comida precocinada y comer más hortalizas. Por otro lado, esta zona es más grasa, por lo que la deberás limpiar más profundamente para desatascar los poros. Si tus espinillas se encuentran solo en la nariz, puede ser síntoma de problemas de hígado y riñón, por lo que podría significar que sufres presión arterial alta o disfunción hepática.
Barbilla Esta vez sí, si el acné te aparece en la zona de la barbilla únicamente, seguramente sea debido a cambios hormonales. Prueba a dormir más horas y llevar una dieta equilibrada, si no funciona, consúltalo con el dermatólogo, quizás te vendrían bien unas pastillas anticonceptivas. El té de menta es ideal para regular las hormonas, así como tomar suplementos de omega-3. Asegúrate también de no tocarte la barbilla demasiado, ya que toda la suciedad de las manos irá a parar a tus poros.
Espalda, brazos y muslos Las fluctuaciones hormonales y la genética son a menudo la causa principal del acné en la espalda, los brazos y los muslos, por lo tanto es complicado tratarlo. De todas maneras, es importante que no lleves ropa húmeda ni apretada ya que podría irritar la piel y causar fricción, dos posibles desencadenante del acné. Estas son solo algunas de las posibles causas de tu acné, pero, como siempre te aconsejamos, es imprescindible que acudas a un dermatólogo para descubrir la raíz del problema. Solo un especialista que revise tu caso podrá recetarte el tratamiento adecuado.